El portafolio es una forma de recopilar la
información que demuestra las habilidades y logros del alumnado y cómo
interactúa con otros, es decir, permite identificar sus aprendizajes de
conceptos, procedimientos y actitudes. Puede utilizarse en forma de evaluación,
co-evaluación y de autoevaluación. El uso de este recurso permite ir observar la
evaluación del proceso de aprendizaje de tal forma que se puedan ir introduciendo
cambios en él.
El portafolio
presenta más ventajas que inconvenientes, como serían: promover la
participación al observar y evaluar el propio aprendizaje asumiendo la
responsabilidad del mismo, proveer la oportunidad de conocer las propias actitudes
y una información valiosa sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, el docente
puede examinar las destrezas de su alumnado, se pueden adaptar a diversas necesidades,
intereses y habilidades, promover la auto-evaluación y control del aprendizaje,
certificar la competencia del alumno, permitir una visión más amplia y profunda
de lo que el alumno sabe y puede hacer, así como tener una alternativa para
reportar calificaciones y exámenes estandarizado.
Aunque
junto a estas ventajas también se pueden destacar los siguientes inconvenientes:
consume tiempo del docente y del estudiante, requiere refinamiento del proceso
de evaluación, existe poca evidencia sobre la confiabilidad y validez de los
resultados, conviene que sea usado combinado con otro tipo de evaluaciones
tradicionales y puede presentar deshonestidad por estar elaborado fuera del
aula, entre otras. Pero estos inconvenientes a modo general se agravan en el
caso de mi colegio, en el que el alumnado, en su gran mayoría, carece de
conexión a internet en sus casas y en el centro apenas disponemos de los medios
técnicos necesarios e imprescindibles.
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